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Caso práctico: Paciente varón de 69 años de edad con diagnóstico de EPOC grave que le genera fatiga, limitaciones en las actividades diarias y exacerbaciones repetidas que afectan su calidad de vida, pendiente desde hace 4 meses de tratamiento quirúrgico para implantarle prótesis en rodilla derecha. Su hija es su cuidadora principal y solicitó segunda opinión médica tras la propuesta de intervención.
El paciente sufre caída en el domicilio y fractura de cadera siendo trasladado por el dispositivo de cuidados críticos y urgencias de atención primaria a urgencias del hospital donde es clasificado por la enfermera como prioridad 3 sin más intervenciones. Tras 4 horas en sala de espera es visto por el médico de urgencias quien solicita la opinión del especialista de Traumatología. Se decide ingreso en planta de hospitalización e intervención quirúrgica urgente para implantación de prótesis de cadera.
La intervención se realiza satisfactoriamente, tras ella en Reanimación el paciente comienza con cuadro de tos que se controla farmacológicamente. Ya en planta el postoperatorio inicialmente es normal pero a partir de las 24 horas de la intervención la tos se hace más persistente, aparece febrícula y distres respiratorio agudo. Se confirma cuadro de neumonía por lo que se decide traslado a UCI. Permanece en UCI 5 días con evolución favorable de su proceso respiratorio, pero con empeoramiento del estado nutricional precisando instauración de nutrición parenteral. Por el estado del paciente no es posible iniciar la marcha precoz realizándole movilizaciones por el Fisioterapeuta. Desarrolla UPP grado II.
De nuevo en planta de Traumatología se retira nutrición parenteral y se instaura nutrición enteral, continúa con Fisioterapia. El paciente evoluciona favorablemente y a los 15 dias comienza a deambular con ayuda. Se contacta con Enfermera Gestora de Casos del hospital para planificación del alta y adaptación del domicilio.